viernes, 26 de noviembre de 2021

Distinción Exigencia vs. Excelencia




 Exigencia y Excelencia, cuál te define mejor?


Mucha gente piensa que la exigencia y la excelencia van de la mano, cuando en realidad tienen significados totalmente distintos.

Confrontar la exigencia y la excelencia proporciona mayor ángulo de visión, se observa desde nuevos puntos de vista y aumenta la capacidad de tomar diferentes caminos hacia el objetivo.

Las personas que eligen la exigencia como base piensan que lo que hacen es lo que son y si sus resultados no son perfectos lo considerarán un fracaso y, por tanto, se pensarán que son ellos mismos los fracasados. No permitirse el fallo y no permitírselo a los demás es una autopista hacia sentir el fracaso personal.

En cambio, aquellas que eligen la excelencia consideran que cuando algo sale mal es parte del aprendizaje, y no hay nada más valioso ya que te lleva al crecimiento personal.

Cuando practicamos la excelencia aparece la creatividad, la prueba/error, el riesgo y todo sin sentirse culpable o mala persona. Cuando la excelencia es quien nos guía, la responsabilidad es lo que aparece.

La exigencia solo tiene un beneficio, el cumplimiento del objetivo.

La excelencia nos permite disfrutar, aprender, probar, investigar. El camino es más importante que la meta.

Hace años, en muchas entrevistas de trabajo, la persona entrevistada presumía de ser "perfeccionista". Hoy sabemos que ese perfeccionismo es fruto de la exigencia, que no nos permite el más mínimo respiro. Normalmente una educación severa por parte de un padre o un profesor en la infancia es el origen de esa necesidad de ser "perfecto". Si vas a realizar una entrevista de trabajo, no presumas de "perfeccionista", hoy en día se considera un defecto más que una virtud.

Frente a la exigencia se halla la excelencia, que trasciende a la tarea final que debemos realizar. La importancia reside en hacer las cosas de la mejor manera posible que conocemos.  El camino de la excelencia tiene este aspecto de la actitud que pongo en lo que hago. Tiene que ver con algo que la exigencia olvida por completo, y es el disfrute. Nos conecta con lo que nos gusta, con lo que realmente queremos y justo por eso aumenta la posibilidad de conseguir resultados.



¿Cómo transitar de la exigencia a la excelencia?

Daniel Colombo propone el siguiente camino:

[ 1 ] Actuar como si. Preguntarte “¿Cómo serían las cosas si…” puede ser un buen punto de partida. Empezar a confiar y a delegar tareas. Quizás debas supervisar más al principio, aunque esa entrega del poder sin querer estar controlando todo, te ayudará a adquirir flexibilidad y disposición al cambio y a la transformación. Es un proceso paulatino.

[ 2 ] Reconocer los logros. En la exigencia el foco está puesto en el error (al igual que hacen las personas perfeccionistas: se fijan sólo en el error). Comparte, felicita, aplica el salario emocional con tu equipo.

[ 3 ] Practica el feedback y feedforward. En un entorno exigente no existe la retroalimentación: sólo hay críticas, por lo general, destructivas, sin considerar el universo emocional de los demás. En la excelencia, el feedback enriquece a todos, y el feedforward plantea escenarios de futuro compartido como forma de estimular el crecimiento.

[ 4 ] Modifica tu modelo mental de lenguaje. La persona exigente vive descalificándose y haciendo lo mismo con los demás con expresiones como “soy un desastre”, “esta posición te queda grande”, “siempre cometes los mismos fallos”. En la excelencia se busca el aspecto positivo. “sé que puedes hacerlo mejor”, “necesitamos corregir para lograr un resultado de mejor calidad”.

Aplicar la distinción de exigencia versus excelencia te conducirá a entrenarte como un líder más asertivo, cercano y colaborativo. Puedes empezar ahora mismo con tu auto liderazgo en cualquier actividad que realices: el momento de mejorar siempre es ahora.

Si quieres más información o hablar sobre el tema, escríbeme, por favor.

3 comentarios:

  1. Gracias por compartir! 🙏 Me han resonado mucho tus palabras, especialmente potente esta frase:… es una autopista hacia sentir el fracaso personal. Cambio de observador increíble. Cuando hablamos? ☺️

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  2. Gracias por compartir tus conocimientos y la experiencia de tantos años. De acuerdo con Carmen, me han resonado mucho tus palabras. A día de hoy estoy estudiando y durante los primeros años, era elevada la exigencia que me pedían en cuanto a las notas y relativo; lo que ha hecho que ello trascendiera tanto en el ámbito académico como en el resto de áreas de mi vida. A día de hoy, después de haber empezado con mi crecimiento personal, puedo decir que estoy en el camino de sustituir la exigencia por la excelencia, pues como bien dices amigo, la excelencia te hace disfrutar del camino y ver los errores como los mejores aprendizajes en lugar de dar lugar a la frustración y dejar a medias cada cosa que comenzaba con ilusión y dejaba a causa de un mínimo error.
    Gracias por hacer más fácil el camino!

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